Muchas veces sueño cosas delirantes y enormes. Y muchas veces sueño cosas chiquitas que sé que puedo hacer, y cuando las convierto en realidad me siento muy bien.
A pocos días de irme de vacaciones, hice mis sueños, mis videoclips mentales de lo que me gustaría esta vez: mañanas deportivas caminando a San Francisco, con la ropa nueva de hacer ejercicio, saltar olas, tomar sol y volver otra vez caminando.
Dormir la siesta abrazados en la camita que está contra la ventana, o quizás hamacarnos en la galería.
A la tarde, caminatas románticas de la mano por las playas de Piriapolis, con mi vestido y la capelina, hacer la plancha en el agua mansa, esperar que caiga el sol sobre el mar y emocionarnos.
Necesito descansar, acomodar algunas ideas, y darle un envión a mi recuperación.
Voy al lugar indicado con la persona indicada, creo que voy a volver renovada.